lunes, 20 de noviembre de 2017

EL CEREAL EN LAS BANDAS DEL SUR; FASNIA. Su importancia agrícola y etnográfica. Ruta extraoficial( 2)

 ACTIVIDAD ; SENDERISMO    
RUTA extraoficial  o lo que es lo mismo, una alternativa más larga  y de mayor dificultad  a la ruta del trillo , más que nada por el tiempo a emplear, las subidas y algunos tramos de senda perdida.
DIFICULTAD; moderada
DURACIÓN, unas seis horas pues la contemplación de estos elementos patrimoniales merece una atención detallada.
INICIO Y SALIDA; ; zona de Cazadores, por encima de La Zarza ( 1132 m.)
PUNTO DE MAYOR ALTURA; ERA DE CHA DOMINGA,  1670   M.
PUNTO DE MENOR ALTURA; ERA DE LAS CABEZADAS, 1150    M.
OBSERVACIÓN Y TOMA DE DATOS DEL MUNDO DEL CEREAL EN EL SUR , CONCRETAMENTE EN FASNIA
                                                    RECORRIDO
Salimos de la zona de Cazadores (1132 m) y por la pista señalizada de la ruta del trillo iniciamos el recorrido. Llegado al lomo, junto a una casa –cueva y aljibe que está por encima,   iniciamos  la subida por donde en teoría se baja si seguimos la ruta del trillo. Pasamos tres eras, una de ellas, la del pinito y giramos a la izquierda para desviarnos de la ruta oficial y subir hacia la galería Fuente del Nilo. Por arriba,  encontramos subiendo a mano derecha una bonita era. Enfrente, una casa en el otro lomo. A partir de aquí, pasamos por varias fincas  y cuevas hasta llegar a una zona donde se acaba la pista . Comenzamos la senda que algo perdida sube junto a una charca y atraviesa varios lomos hasta llegar a la zona de pinos junto al camino de Cho Blas. Subimos y vamos a la altura de la casa que vemos cerca del monte. Para llegar a ella, a su altura nos desviamos por una senda perdida. Nos lleva a la casa y a una era ( 1670 m. aprox ), la casa  y era de Cha Dominga. Apreciamos aljibes y otros elementos tradicionales. Un buen momento para comer y descansar viendo toda la zona hacia abajo. Desde aquí, dos opciones; a) bajamos por donde hemos venido y junto al camino y antes de encontrar  otra zona de pequeña vegetación, nos desviamos hacia el canal que discurre a la izquierda. b) Interesante. Cogemos y en sentido hacia el valle de Güímar, cogemos senda para atravesar barranquillo y coger una vereda que baja por el lomo de enfrente y que nos lleva a la parte alta de la era de Hortensia. Si tomamos la a),  despues de retroceder y bajar cogemos el canal y subiendo por el lomo, enseguida subimos un poco y encontramos la perdida era de Dña. Hortensia, ( 1545 m.).  Regresamos y bajamos por el camino de Cho Blas, Pasamos varias fincas y cuevas hasta llegar a una charca y junto a ella, bajando a la derecha,  una destruida era, la de Cho Agustín, (1410 m.) Vemos otras .   LLegamos al cruce ( 1274 m) y giramos a la izquierda por el camino de la balsa para ir a ver la era de las Cabezadas. Podemos desde aquí iniciar el regreso. Nosotros seguimos y tras ir casi llaneando, nos encontramos el cruce de la pista que sube hacia el monte y que tiene salida hacia el volcán de Siete Fuentes, "Pista El Palmero", terrenos de la comunidad de Aguas de Fasnia. En el cruce , bajamos  recto y en el segundo cruce, vamos a la izquierda. Aquí encontramos una era que estaba sin localizar. Cogemos la pista a la izquierda que sube ligeramente y luego a la derecha para abajo. Una tubería transcurre paralelo a la pista. La seguimos , abandonando la pista. Sigue lomo abajo unos cientos de metros y que nos lleva a la era de las Cabezadas, (1150 m. ) Desde aquí iniciamos el regreso . Los últimos metros lo hacemos por la pista que nos lleva  a las eras de la ruta oficial del trillo como muestra el mapa que adjuntamos.
                      
                                                                ANOTACIONES     
                     El cultivo cerealístico en Canarias, fue muy importante en el pasado, ya que era la forma de subsistencia de un gran número de familias. De su grano se obtiene el gofio y la harina para la elaboración de pan integral y la paja se utiliza como alimento del ganado. Según el último censo oficial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno canario (2013) la producción de cereales, comprendiendo trigo, millo, cebada y otros, ascendió a 2.239.000 kilos en el Archipiélago, de los cuales 1.091.000 kg. corresponden a la isla de Tenerife. La comparación de estas cifras con los 4.283.000 kg. producidos en 1985 pone de manifiesto el declive de estos cultivos y el riesgo de pérdida de variedades tradicionales de Canarias, de ahí la importancia de esta acción.
                   Los cereales de invierno, trigo, centeno, cebada y avena,  y otros como el millo que se puede plantar en otras épocas como primavera y verano, ocupan un lugar destacado en las medianías  sobre todo en las del norte . Eran y  son, aunque ya en menor medida,  un elemento imprescindible en las rotaciones que tradicionalmente se realizan junto a las papas y leguminosas, favoreciendo así el mantenimiento de la fertilidad de la tierra.
                El sector ceralístico además de la importancia paisajística, juega un gran papel en la  conservación del patrimonio genético  ,  etnográfico ( eras, hornos,…)  y  en el sistema agrícola tradicional de las medianías,  Dado su carácter extensivo, se enfrenta a una serie de circunstancias que dificultan su desarrollo: la orografía del terreno, que complica la mecanización en muchas zonas, la sequía de entornos que van degradando espacios y que hacen por extensión el abandono de otros próximos pues se abandonan pistas, senderos, las dificultades en el mercado local y foráneo , etc. Todas estas dificultades comienzan a tenerse en cuenta por medio de entidades como el Gobierno de Canarias,  Cabildo y ACETE  pues el sector del cereal en la isla presenta particularidades que convierten al grano local en un producto singular, de forma que, lejos de competir con el grano importado, el cereal local ocupa un nicho de mercado diferente, ofreciendo productos de alto valor añadido, de gran calidad y reconocible por un cada vez más creciente grupo de consumidores  que valoran el origen y la calidad de los productos.
                    En el norte, Los cereales de invierno son uno de los cultivos tradicionales más emblemáticos sobre todo en  el noroeste de Tenerife. Destacan municipios como Los Realejos, y zonas concretas, como Icod el Alto, donde los cereales tienen un gran protagonismo como cultivo principal suministrando además grano de calidad al resto de la isla. En la actualidad, el cereal en el noroeste de la isla se concentra en los municipios de La Orotava, Los Realejos, San Juan de La Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, El Tanque y Buenavista del Norte.
                  En las vertientes sur y suroeste, la ausencia de una franja de viña reduce a dos las bandas altitudinales, una costera dominada por la platanera y el tomate y una de medianías donde los cultivos son más diverso con un marcado acento cerealístico a medida que subimos en altura. La importancia de los cereales en las medianías y zonas altas fue tremenda. Municipios de Vilaflor, Arico, Fasnia,… muestran en las zonas altas, por encima de los 800 metros y en los límites con el pinar, una gran cantidad de elementos que nos indican la importancia de estos cultivos. Desde casas y senderos , lomas llenas de eras y otros elementos patrimoniales como hornos, atarjeas, etc… que nos demuestran y hablan de la importancia de estos cultivos antaño. En concreto, en Fasnia, en un entorno pequeño, parte alta de este municipio,  hemos podido censar más de un centenar de eras  además de  otros elementos como casas tradicionales, aljibes, cuevas –viviendas, etc. que nos hablan de la gran actividad cerealística  hasta el siglo pasado. Terrenos ahora abandonados y a merced de una erosión y degradación tremenda  al igual que los frutales de secano de todas estas zonas como higueras, almendros, etc.
                     Entre 2004 y 2008 dejaron de cultivarse 3.540 ha. No hay datos con los que comparar si esto supone un ritmo superior o inferior al de épocas pasadas. La dinámica agrícola referida a periodos largos está muy marcada por las desapariciones de cultivos. El caso de los cereales es el más relevante de nuestra historia reciente. Su drástico declive, achacado al aumento del nivel de vida y la consiguiente posibilidad de subsistir sin su cultivo, ha dejado las medianías de la isla con un porcentaje de abandono superior al 50%. Pero la decadencia de los cereales en la segunda mitad del siglo pasado guarda poca relación con las tendencias actuales. Los terrenos agrícolas que hoy vemos sin explotar no son la prueba de una grave crisis actual sino algo más grave . Al menos en parte están reflejando la ausencia de unos cultivos concretos, y no necesariamente un declive de los que sí están presentes. El radical descenso del cultivo de cereales es el mayor responsable de la generalización de los paisajes de cultivos abandonados en la actualidad donde asistimos a varios procesos de desaparición de cultivos. Cultivos como la papa y el tomate, van en retroceso. La  misma viña, ha pasado por ciclos difíciles
 Se debe considerar la agricultura como una actividad de valor, dinámica .La cuestión de preservar el capital de la tierra agrícola es escasamente discutida en el diseño de planes de zonificación, a pesar de que es un aspecto principal para afrontar los desafíos agrícolas del mañana. La idea de que lo rural implica atraso es algo muy nocivo,   obstaculizador del progreso de la gente  en el medio rural,  destructor del medio natural y una de las ideas a combatir desde todos los ángulos, desde la escuela, asociaciones, organizaciones y  entidades en favor del medioambiente y de lo rural , etc.
               Así, tanto en áreas específicamente agrícolas como en zonas más mixtas, se requerirán criterios y estrategias adaptados a las circunstancias locales. Los problemas no son los mismos, ni tampoco los medios ni las oportunidades con que afrontarlos. Son necesarios los estudios  y datos teniendo en cuenta multiples variables locales y más generales. El objetivo debe  abordar la planificación de la actividad teniendo en cuenta que preservar las tierras agrícolas es mucho más que proteger las áreas con suelos agrícolas
.

                                           EL TRABAJO DEL CEREAL
DEJAMOS AQUÍ , DE FORMA REDUCIDA, UN  INTERESANTE  ARTÍCULO A LEER  DE MARCOS BRITO. LECTURA IMPRESCINDIBLE SOBRE EL TRABAJO DEL CEREAL EN NUESTRA TIERRA
Documentación: BRITO, Marcos: Paisaje en las Bandas del Sur [Tenerife 1890-1960]. Llanoazur ediciones

                       La agricultura de secano, cuyo principal cultivo fue el cereal, junto al pastoreo y la pesca, fue hasta mediados del siglo XX nuestro principal medio de subsistencia. En el Sur de la isla dependía de un irregular periodo de lluvias, que condicionaba el cultivo de una u otra semilla, el trigo morisco y la cebada, con menores necesidades de agua, se sembraba con mayor abundancia en la costa; y el trigo blanco en las medianías. El millo debido a sus mayores necesidades de agua se sembraba en menor cantidad.
                         La siembra del cereal, o de la leguminosa, se realizaba o bien antes de la lluvia prevista o, lo más generalizado por esta zona, una vez llovía se realizaba a voleo, después de que la tierra estuviese `jobariada y que se pusiera suelta para poder sembrar`. Una mano experta metía la mano en una bolsa con granos, el `socojo´, que se llevaba colgada al hombro; y lo iba esparciendo sobre la tierra húmeda, para con posterioridad pasar el arado; con todo tipo de animales, según disponibilidades y preferencias.
                          La fecha de utilización de las eras correspondía con el fin de la primavera y el comienzo del verano. Y más que segar el cereal se arrancaba,a mucha paja en la tierra, la raíz al trillar se esparecía`. ….
                               Una vez segado se recogían en gavillas y se llevaba directamente a la era o se iba depositando en sus cercanías, en los frescales, hasta el momento de la trilla. Aquí se amontonaban, en forma generalmente circular, formando una pared con las espigas hacía dentro y rellenando el interior de manera aleatoria, rematando con gavillas colocadas con la espiga hacia fuera, de forma que si llovía el agua escurría con mayor facilidad.
                                La cantidad de gavillas que se introducía dependía del tamaño de la era, del tiempo --a mayor insolación, mejor; el empleado en la trilla era mayor si el día estaba nublado-- y de los animales a utilizar…….
                              Se comenzaba por introducir una parte de la parva, denominación con la que se conoce la cantidad que se trillaba de una vez, y trillar en cobra, animales unidos entre sí cuyo número dependía del tamaño de la era, por lo general de tres a cinco….. De este trillo tiraban, normalmente, dos animales, ya podían ser caballos, mulos, burros, camellos o vacas, como las dos yuntas que podemos contemplar en El Mollero, Santiago del Teide……
                             Sí la parva era bastante grande, y dado que el pretil solía ser bajo, a la era se le colocaba un ´ruedo`; consistía en apoyar al pretil las espigas con el tronco hacía arriba en forma de cerca para que el cereal no fuese expulsado de la era…..                                      Una vez finalizada esta ardua labor, que podía duras varios días, se procedía a separar el grano de la paja. El primer paso consistía en unir lo trillado en una orilla, formar una `sierra´, orientada perpendicular al viento --el mejor el del suroeste, más continuo-- y se aventaba: lanzar al aire con la ayuda de `belgos´ para separar la paja del grano; operación que se realizaba `por lo menos veinte veces´. El grano va cayendo en el mismo lugar y la paja se traslada al otro lado de la era o fuera de ella. A veces se colocaba una marca, `poner la valisa´, con varias piedras o un palo, a un metro de la sierra, y todo el tamo que sobrepasase esa marca se recogía como paja; la que quedara en el interior se aventaba nuevamente. 
                                 El proceso siguiente era ´paliar´, de similar práctica, pero en este caso con una pala de madera hasta que se elimine toda la paja. La última vez que se paleaba se coloca unas mantas, de tal manera que el grano se deposite sobre ellas. Al mismo tiempo que una persona palea otra ´valea´. El ´valeo´ se preparaba con la paja del trigo, se formaba con una gavilla, del grueso que se pudiese coger con una mano, con espigas largas `esrrabadas´ a mano y atadas de tal forma que se formase una escoba en forma de abanico; se barría con la parte de los troncos, pasando con suavidad por encima del montón de grano y arrastrando los `cachos´. Este montón de grano, en algunos casos, se cernía con una cernidera de hierro y latón, con agujeros realizados con un puntero por los cuales salía el grano; en su interior quedaban los trocitos de paja. Y después `ajecharlo´, para terminar de limpiarlo, que consiste en imprimirle a una zaranda o ´jarnero` unos movimientos bruscos y circulares por el cual los restos se trasladaban a su centro y se retiraban con las manos. Esta labor de `ajechar´ era realizada, casi siempre, por mujeres, `y si era una parva grande estaba un par de horas ajechando´. 
                    La productividad que se obtenía en la trilla de cada una de las parvas dependía de varios factores, sobre todo de la cosecha y del tamaño de la era. A modo de ejemplo se pueden aportar algunos datos facilitados por nuestros informantes. Domingo Domínguez trilló en la Capellanía, Arona, una parva de 30 fanegas de trigo; en esta era circular de 11metros de diámetro se podía obtener de una parva casi las 40 fanegas. O el de Casimiro Díaz en Los Llanos, Adeje, quien trilló `una parva que me dio cuarenta y tantas fanegas de cebada. Estaba la era bien llena y estuve trillando, yo creo que se aproxima a la semana, y claro tenía pocos animales también pa trillar, porque cuanto más animales, más trillo´.
                       Las leguminosas también se trillaban con algunas de estas características. Las lentejas y los chícharos se trillaban en cobra, `a las lentejas no le hacían falta sino apenas, porque eso se eschamisaba enseguida. Se trillaba en un par de horas, si el tiempo estaba bueno ya estaba trillada. Después la juntaba y barría la era y hacía la sierra y venga a aventar, aventar hasta quitar la paja`. Los chochos se apaleaban, después se ponían con agua y sal durante varios días para poder consumirlos, `pa los animales los tostábamos un poco y después se ponían en agua´. Las judías y los garbanzos se  solían desgranar a mano, abriendo la vaina.
                Llegada el final de la primavera y el comienzo del verano, momento de desgranar la espiga, tiempo de recolección y trilla, ….



                                          PLANOS E INICIO
                                                         LAS PRIMERAS ERAS, LAS ÚLTIMAS DE LA RUTA DEL TRILLO

CARTELERÍA Y ELEMENTOS PATRIMONIALES

 LA VEREDA QUE SUBE ( la que se baja si se sigue la ruta oficial)

 CAMINO DE CHO BLAS
CERCA DE LA GALERÍA FUENTE DEL NILO, CASA Y ERA CERCANA

  SEGUIMOS SUBIENDO, CANTEROS DE JABLE
 ZONA DE SENDA PERDIDA ATRAVESANDO VARIOS BARRANQUILLOS PARA IR HACIA LA PISTA DE CHO BLAS

 CASA EN EL FINAL DE NUESTRA SUBIDA. ERA POR ENCIMA





 LA ERA DE HORTENSIA, POR DEBAJO DE LA CASA Y FUERA DEL CAMINO. PARA VERLA, COGER CANAL Y SUBIR AL LOMO DE ENFRENTE ANTES DE LLEGAR AL BOSQUECILLO BAJANDO Y A LA IZQUIERDA ESTA EL CANAL.

 OTRAS ERAS Y MUFLONES


 LA ERA QUE ESTÁ BAJANDO A LA DERECHA JUNTO A UNA CHARCA

OTRA ERA BAJANDO A MANO DERCHA. ENFRENTE A LA IZQUIERDA HAY OTRA
                             CASA CERCANA, POR ARRIBA  LA ERA DE LAS   CABEZADAS
                                                  ERA DE LAS CABEZADAS
   JUNTO AL CRUCE Y CERCA DE LAS CABEZADAS, ESTA HERMOSA Y PEQUEÑA ERA



No hay comentarios:

Publicar un comentario