lunes, 25 de febrero de 2013

VENTO-ROQUE DEL CONDE-FRAILITOS-ROQUE IMOQUE-IFONCHE-VENTO









VENTO-ROQUE DEL CONDE-FRAILITOS-ROQUE IMOQUE-IFONCHE-VENTO
       Una circular con  alternativas, larga si se hace de forma íntegra. Dos  ascensiones a estos roques, la visita a interesantes casas tradicionales , eras , hornos y aljibes  amén de una zona con cazoletas aborígenes y la posibilidad de comprobar in situ el paleomagnetismo en las rocas del barranco del Rey .Todo ello  junto a un paisaje con buenas vistas hacia abajo y mejores hacia arriba. Recorrido duro, exigente si se hace en su totalidad. Se puede acortar dejando de subir al Conde o a Imoque, cogiendo directamente por Frailitos, no subiendo a Ifonche,… En total , tardamos unas siete horas. Todo depende con la prisa que se haga. Se recomienda llevar agua pues el esfuerzo a realizar es grande.Un pero, demasiadas señales, hay algunas muy mal colocadas y horribles( ver fotos)
  ==   A la altura de Los Cristianos nos desviamos hacia Chayofa primero y luego a La Camella por la TF 28 y a la altura de esta última población, cogemos por la TF 51 dirección a Arona. Allí, tras pasar por debajo de un puente ( todo bien señalizado),  entramos en Vento  por la calle Mazapé  donde aparcamos. Entre los nº 76 y 78, comienza el camino que baja hacia el barranquillo de Las Casas. Pasamos dos cruces, uno señalizado que nos lleva directo a Ifonche. A los 10/15 minutos, nos encontramos con una casa antigua, cuevas y dos preciosas eras. De aquí para arriba el camino se empina y sobre todo en su parte final llegando a la degollada que da hacia la Centinela. La vegetación, primero a base de tuneras ( Opuntias)y  vinagreras ( Rumex Lunaria) va  dejando paso a hermosos ejemplares de cardones y tabaibas( E. canariensis y lamatckii). Aparecen los bejeques en la zona más encajonada(Aeonium) y vemos los restos de coladas lávicas que forman este roque producto de la erosión en el macizo de Adeje, que junto con el de Teno y Anaga, son edificios primigenios de la isla de Tenerife. A la hora aprox. llegamos a una amplia meseta con cardones, tabaibas, tagasastes( Chamaecytisus palmensis) , cardoncillos ( Ceropegia Fusca) y encantadoras gamonas. Además de los bancales lo que nos da idea de una agricultura en el pasado de gran mérito, una placa al guanche Ichasagua,una  era y un  feo monolito nos indican que estamos en la cumbre del Roque del Conde  a 1001 metros. De este lugar se tenían noticias ya desde  el siglo XVI donde aparece mencionado en diversos escritos con varios nombres como Fortaleza de Ahío o Ahiyo. Desde aquí, las vistas son impresionantes, el Teide y la Pica de Imoque, la degollada de Frailitos y M Suárez, los Riscos y M Brezos, los cauces profundos del B del Rey, Ancón y Las Casas más abajo. Aún más abajo , hacia la costa, Los Cristianos, y otras poblaciones pero sobre todo destacando la Caldera del Rey, edificio volcánico formado por procesos freatomagmáticos . Me llama la atención además los hermosos ejemplares de tabaibas majoreras  o tabaibas rojas que vamos a ir encontrando a partir de ahora(Euphorbia atropurpurea )junto a las lavándulas ( matorriscos). Desandamos un poco el camino y buscamos en la   vertiente suroeste una senda poco clara que a media ladera, flanquea para ponerse a los pies de los riscos del Conde por arriba de la degollada de los Frailitos que será nuestro próximo punto de parada. Esta senda es tal vez la zona menos clara y que precisa de paciencia para pasar hacia el lomo( rodea por el oeste el roque) pero sin problemas se llega a este lomo con una preciosa era. De aquí a la degollada de Imoque , como 45 minutos o una hora porque hay mucho que ver. Es un recorrido a disfrutar, sin duda , la esencia de este pateo. Una construcción ejemplo de arquitectura canaria , unas eras, cuevas y un aljibe precioso. Bancales  blancos simétricos, paredes cóncavas que parecen hechas por arquitectos del mañana,..huellas aborígenes en cazoletas que nos indican lugares mágicos, todo un mundo del ayer en el hoy. Vistas hacia el roque de Imoque, Pica de Imoque para los lugareños  pues su punta se asemeja a eso, una pica. Esbelto picacho franqueado por los Riscos a un lado y la Montaña de los Brezos. Antes , M Suárez nos sorprende con su colorido de margaritas, ( Argyranthemum). Recomiendo esta foto en mi blog, es de postal y siendo buena , la vivencia supera a la diapositiva sin duda.Pasada una fuente, ¿quién dice que no hay agua?, a las tres horas de caminata, después de parar mucho pues la ocasión lo requiere, llegamos  a la era de la degollada de Imoque. Lugar ventoso, ideal para las eras claro, desde el que tenemos unas vistas impresionantes. En 20 minutos estamos con una fácil trepada en la parte superior del roque de Imoque. Arriba, cumbre a mi parecer mucho más bella y solitaria que la del Conde, a los 1100 m. aprox. , el paisaje con las nubes envolviéndote, te sobrepasa, te deja patifuso. Soledad y vacio, grandeza y aire fresco, cernícalos que con su vuelo y ruido nos recuerdan que estamos de paso, que somos un grano entre tanta grandeza. Estoy sólo. Bajo y bien que lo siento. De la degollada a Ifonche, paisaje humanizado, poco que contar. Menos de una hora para subir. Garimba y a  bajar.
Lo hacemos dejando el barranco del Rey a nuestra derecha según bajamos ( hay que cruzarlo), tras pasar por bellos ejemplares de casas antiguas con sus eras. Algunos  nispereros y limoneros nos indican una fértil agricultura en el pasado. Seguimos una atarjea y una tubería que canaliza el agua mientras vemos el tajo del B del Rey . Más casas y eras, un encanto de horno, huertas de viñas ya más abajo . En el cauce del barranco, las enormes rocas nos dejan experimentar con una brújula eso que llamamos paleomagnetismo, comprobar el campo paleomagnético que ha quedado grabado en  materiales en un pasado y que ahora es diferente . Transcurridas unas seis horas y media, casi siete, pasamos por el cruce de caminos que por la mañana vimos y  pasamos el barranquillo hacia la calle Vento. Las fotos en nuestro blog , pueden ayudar mucho. En definitiva, gran ruta por su riqueza florística, paisajística,… pero sobre todo, etnográfica. Esas cazoletas, aljibe, eras, hornos, casas viejas,…son un gran complemento con la vista desde el Imoque tras la trepada que da emoción a la subida. Itinerario recomendable. No estropear nada por favor. Espero que nuestros hijos lo puedan disfrutar. 

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