sábado, 4 de agosto de 2012

No estamos tan lejos.






                             13 de julio, 2012
Vaya día. De entrada , el bosque de Sansanet es una pasada. Luego, lo del ibón de Estanés, con tilde en la “e”, como me indicó el amable guarda del albergue Aysa, es descomunal. Es un lago, enorme cubeta glaciar, de los  de mayor profundidad en el Pirineo, con la sierra de Secús  flanqueándolo , el valle de los Sarrios detrás  y  el valle de Aguas Tuertas hacia el noroeste dando nacimiento al río Aragón Subordán. Cuando llego y veo este escenario, ni que decir tiene que me quedé “espantado”. No me moví en un buen rato y a decir verdad, casi no me quedo allí. Me dejé el saco y la tienda, tampoco tenía comida,… no tuve valor pero prometí volver  (a ser posible con mi gente) para poder disfrutar más tiempo de ese paisaje. Los caballos salvajes me devolvieron al tiempo y con su presencia me hicieron mover. Las aves y el ganado en lo alto del prado con las montañas al otro lado te dejaban patifuso. Eso sí, hasta que llega la muchedumbre. Luego viaje y antes nos despedimos del guarda del albergue. Sus conocimientos de Canarias son de notable alto. Eso  y el bosque de Sansanet, tan parecido a Garajonay, me hacen pensar que en realidad no estamos tan lejos.
Al atardecer, en Hecho ( o Echo, que ni ellos se aclaran) con una copa de vino, la noche se abre , las nubes se van, y recordando el día de hoy en este cuarto me es difícil conciliar el sueño. No dejo de pensar como brillará ahora la luna  junto al lago, como estarán esos potrillos retozando en la hierba serenada,…

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