Reflexiones en torno al patrimonio
del sur .Los modelos de Arico y Güímar y la posibilidad de compaginar un modelo de desarrollo compatible a los tiempos
actuales.
De todos es sabido que el sur de
Tenerife, aparte de playas, también encierra unos valores patrimoniales de
incalculable valor, tan grandes como el desconocimiento que se tienen de ellos.
Tal vez sea porque no se han dado a conocer o porque no se han querido dar a
conocer. A lo mejor esto les ha salvado del expolio sistemático al que se han
visto sometido objetos, casas tradicionales, paisajes agrarios, caminos
reales,… el caso es que hoy todos hablamos de este tema y todos salimos a la
naturaleza día tras día a disfrutar de ella y de estos valores pero siempre nos
asalta la pregunta si es factible el desarrollo, conocimiento y disfrute de
estos valores acorde a los tiempos actuales. En otras palabras, si hacemos
bien en dar a conocer lugares etnográficos,
paisajes que encierran cuevas del siglo pasado, etc. Y todo ello compaginarlo
con un modelo de crecimiento basado en el turismo, es decir, poco más o menos,
cuadrar un círculo. Pero creemos que sí,
que se puede cambiar hacia un modelo que respete más el medio . Es
posible girar la vista y centrarse más en el sector primario, no dejarlo todo
al turismo, a ese tipo de turismo en el que también se puede invertir para
ofrecerle algo más que playas, un turismo sostenible y respetuoso con el medio
. Y junto a esto, la tercera pata, una
de las más importantes, la educación en valores que han de recibir nuestras
generaciones. Sin este pilar, la educación, nada es posible.
Estos días, caminando por casa, por el
sur, por Arico, Fasnia, Granadilla, Anocheza, Izaña,… he pensado sobre dos
modelos que se van desarrollando de forma paralela pero muy antagónicos . Es el caso de Arico y Güímar.
Arico era un municipio a fines del siglo
XX y en la primera década del XXI casi en el ostracismo al que iba a parar y
nunca mejor dicho, toda la basura de la isla, no sólo por ser vertedero insular
sino también porque en él se pensaba para plantas, proyectos, etc, que nadie
quería. Güímar, por el contrario, era cabecera del valle y ya en este siglo es
desplazado por la pujanza de municipios como Candelaria. Hoy Arico ha ido encauzando poco a poco su
rumbo reprogramando actividades, facilitando un turismo rural, acondicionando
su litoral dentro de sus limitaciones,
desarrollando actividades al aire libre generadoras y dinamizadoras de otras como el boom de la escalada que
ha dado vida a comercios y bares con un
turismo sostenible, proliferando el turismo rural y el senderismo con
numerosos caminos ( PR), carreras de
trails, eventos de artesanía etc, . La
casa de Arenas de Tenesco es un buen ejemplo que este municipio puede explotar.
Tenesco es un topónimo casi desaparecido y del que sólo quedan unas pocas
referencias. Hace referencia a un barranco de este municipio. También Tenexo es
voz que se encuentra en unos documentos de 1554 hablando de un barranco al
oeste del bco. de Erques. Esta información
ligada al mundo de la cal , su transporte desde Fuerteventura,
utilización, etc. puede ser un gran reclamo patrimonial.
Güímar, teniendo la oportunidad de optimizar
grandísimos recursos, de aprender de la experiencia de Candelaria que ha optado
por un modelo en mi opinión equivocado, único de turismo de masas , desarrollo
incontrolable, con problemas debido a una
ingente llegada de población a la que hay que darle solución con toda una serie
de servicios, …parece que no lo tiene claro y no quiere aprender de estas
experiencias. Se propone un modelo, basado sólo en los megaproyectos, en un tipo
de turismo muy
discutible por los problemas que
puede traer ya que este generaría actividades no sostenibles, ( hoteles con
campos de golf, cambios en los litorales de playas, restaurantes, bares,
discotecas, avenidas con palmeras tropicales, tráfico, contaminación, problemas por el tema de residuos, ruidos,
especulación del suelo, urbanizaciones, etc. Tal vez todo esto traiga mucho
trabajo, no lo dudo pero sin duda sería necesario un equilibrio respecto al
medio difícil de lograr con los tiempos
actuales . Y yo no apuesto por eso o por lo menos, no sólo por eso,… Apuesto
por dar a conocer otros recursos que los tenemos, no sólo las ventanas de
Güímar, el malpaís y sus sendas que
traen turistas a cientos a Güímar y al Puertito. Apuesto por el patrimonio etnográfico, sus
edificios y calles con su historia, ….quien conoce Tasagaya,…esa zona que tiene
topónimo aborigen , del bereber az-zagaya, que significa lanza, en castellano
hoy dardo o lanza arrojadiza,…espacio que se puede aprovechar para una senda y
ruta tamática. Los tagoror, que existen a cientos, en Arico como el de Ozaso, los pozos de hielo y
no sólo los de Izaña, también los de Mal Abrigo, o su era en medio del pinar y
casi ya desaparecida y que nadie conoce… o las casas altas de Anocheza en la parte alta de la
Medida con sus hornos. Necesario es potenciar actividades generadoras de un
turismo rural y facilitar todas las actividades paralelas o intrincadas con
estas ( casas, tascas, refugios de
montaña, centros interpretativos de la naturaleza, monitores y guías
,comercios, artesanía, agricultura ecológica para jóvenes,…). El montañismo y
senderismo con el arreglo de caminos, la
escalada, las carreras de trails, la ferias de artesanía,…cientos de ideas que
pueden suplir o complementar un modelo desarrollista muy cuestionable en
especial hoy donde se ha demostrado
que el mundo es posible si hacemos la cosas con otro punto
de vista dejando el crematístico en un
segundo plano.
Por último, no creo que haga falta dejar
aquí claro que no se va contra nadie,…se va a favor de unas ideas que defendemos
y en la que creemos. Si quieren “darle vida” a personajes de fuera, a gente que
representa valores no acordes a los de nuestras generaciones pasadas y presentes, adelante,…pero conmigo no cuenten.
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