Ni siquiera
sé si el término entrecomillado es
correcto o no, pero de lo que estoy seguro es que refleja la idea que me llevo
después de la visita a esta ciudad qatarí. La impresión es la de una urbe
ficticia, con rascacielos enormes a cual
mayor y más llamativo, una ciudad creada en el desierto y junto al mar en la
que lo importante es el dinero, el derroche y lujo de materiales en
monumentales edificios en los que se desarrollan los negocios relacionados con
el dinero ( bancos) y la industria del petróleo y gas.
Sus cerca de dos
millones de habitantes viven en este espacio más para los negocios que para
cualquier otra cosa. Nos encontramos en la ciudad del país que tiene mayor
renta per cápita del mundo. Los residentes en su mayoría se dedican a estas
actividades y el otro porcentaje de población, en su mayoría emigrantes del
África cercana, asiáticos, etc. prestan servicios como obreros de la
construcción ( sobre todo), en la hostelería , comercios, etc. Su vida se
desarrolla a horas tempranas y a la caída de la tarde por lo que es fácil ver
en la noche la luz en el interior de los rascacielos. Paseando por sus calles
después del crepúsculo, muchas sin terminar en las aceras, las gentes no
caminan, van en lujosos coches que son los protagonistas. El gentío, en los
centros comerciales.
Esta ciudad, futura
sede del mundial 2022, alberga importantes centros financieros y entidades como
el museo Nacional, la Universidad de
Qatar( que abrió sus puertas en 1973) y la
sede de una de las televisiones más influyentes en el mundo árabe,
Al-Jazeera. Fue fundada en 1825 bajo el nombre de Al-Bida y el actual de Doha
proviene de la palabra árabe Ad-Dawhah que significa “Gran Árbol”.
En su origen, fue un
pueblo pescador y recolector de perlas y la trama urbana estaba formada por humildes
casas de una o dos habitaciones, generalmente
construidas de barro, piedra y coral que fueron derruidas cuando los
emires árabes descubrieron las riquezas de esta zona, siendo reemplazados por
edificaciones más modernas de las cuales tenemos testigos en la zona del zoco,
parte antigua con un trazado de calles
irregular y una tipología de hábitat
diferente . Su puerto , antaño
importante perdió importancia para en las últimas décadas volverlo a recuperar
ya que se reformó en 1970 para modificar sus aguas pocos profundas y desde
entonces la bahía fue modificada para
subsanar este factor y hacer posible la entrada de grandes barcos. Además , se
ganó tierras hacia el mar y hacia el interior del desierto. De ahí por ejemplo
que su bahía tenga forma de media luna.
Su extraordinario
desarrollo posterior ha llevado un cambio no sólo espacial y estético . También, de costumbres y patrimonio que
en gran parte se ha perdido dado que estos cambios no han preservado la
cultura material , costumbres originales, etc.
Respecto a su
climatología, al estar en la península
arábiga, tiene un clima desértico, con grandes amplitudes térmicas entre el día
y la noche. Las horas diurnas son calurosas y las nocturnas más llevaderas y en
determinadas épocas , frías. Entre abril y noviembre, las temperaturas superan
los 30 º con creces.
Este clima ,
determinado por el desierto, hace que sus calles en las horas diurnas estén
pocos pobladas y en cambio la vida se desarrolle en las horas de noche. Las
aceras, muchas veces llenas de arena denotan al igual que las zanjas y demás
huecos que nos encontramos en una zona arenosa, tipo caliche.
La ciudad tiene
varios puntos de interés. Además de la zona financiera, de la Downtown, podemos
visitar el zoco antiguo, el Shouk Waqif, laberintístico de callejuelas que nos
denotan un plano irregular, propio de los entramados árabes, el paseo Corniche
desde donde podemos ver toda la zona centro con
los grandes rascacielos , el
centro comercial o el museo de Arte
Islámico, la Grand Mosque y “ Clock tower” o la Doha Heritage Village que es
una tradicional aldea qatarí en pleno Doha.
El entramado
actual denota un plano más regular pero
aún con trazas de antaño, con calles amplias, aceras e infraestructuras sin terminar,
edificaciones altas, buscando la construcción en altura para evitar el calor y
buscar edificios que llamen la atención en altura y forma. Son rascacielos que
se levantan hacia el cielo cual juncos cierran el paso a la arena del desierto.
Cada uno de ellos tiene formas y color diferentes, y se rivaliza en este aspecto. .Los materiales constructivos son nobles, y el
hierro es un material que está superpresente. En algunas obras vemos un
derroche de armazones. El recubrimiento de fachadas y muros es
espectacular, plaquetas de mármol blanco, losas
negras y luminosidad a doquier. El hábitat es otro rasgo notorio. Las
oficinas, hoteles y viviendas tienen amplias dependencias, lujosas y con todas
las comodidades del mundo occidental. Las zonas verdes escasean y /o no existen, (nosotros no vimos) o en su caso
son áreas anexas a complejos hoteleros .
En definitiva, una
urbe llena de contrastes, que vive para los negocios y no para sus gentes, una
ciudad donde se mezcla la
modernidad y la tradición en medio del cemento y el lujo con las arenas
del desierto como telón de fondo.