FECHA; 8 y 9 de agosto ,2018. Manuel Alonso
Cordillera Real, Andes, Bolivia
DIFICULTAD; PD . Por la normal, pendientes de 45º , progresión con piolet y crampones. En nuestro caso, subimos por la cresta oeste y bajamos por la normal lo que aumentó la dificultad.
COLABORAN; AYUNTAMIENTO DE GÜÍMAR CLUB M MAJAN
ALGO DE HISTORIA...
El Huayna Potosí (6.088 msnm.) en el noroeste de Bolivia, departamento de La Paz, se encuentra a escasos 25 km de la ciudad de La Paz. Su nombre en aymara significa "cerro Joven" (Huayna: joven; Potosí: cerro). Por su proximidad a la capital y su accesible ruta normal, es una de las montañas más concurridas de la cordillera Real. Objetivo para montañistas que buscan ascender una cumbre de 6.000 msnm por una ruta corta y fácil, o para alpinistas y escaladores que buscan bellas y técnicas rutas en sus caras oeste y noroeste, el Huayna Potosí no deja indiferente a ninguno de los visitantes de esta región andina.
Este imponente macizo se alza monolíticamente en roca, hielo y nieve, y ha sido escalado prácticamente por todos sus frentes. Fue conquistada por primera vez en 1919 por los alemanes R. Dients y O. Lohse, quienes pisaron su cumbre Sur. Sin embargo, en 1877, un grupo de cuatro alpinistas alemanes murieron en el intento de domarla. Hoy, como ayer, las condiciones climáticas y de terreno siempre fueron una barrera natural para los montañistas que quieren coronarse en su cima, pero las condiciones actuales del nevado han cambiado, y debido al calentamiento global, los glaciares han retrocedido y lo que hace una década se consideraba como un ascenso fácil, hoy el agrietamiento de sus glaciares y paredes más verticales hacen que su conquista sea más técnica y dificultosa.
El numero de visitantes a la montaña se ha incrementado notablemente en los últimos años, originando con ello secuelas negativas en el aspecto del cuidado del medio ambiente y su entorno, ante el insoslayable abandono del estado boliviano. Aunque resulte paradójico, la belleza del nevado y su entorno contrasta con la indiferencia del gubernamental. .
Crónica
Partimos
de La Paz y en algo más de doas horas, por el tráfico, atravesamos El Alto y
por el altiplano, llegamos al campo base. Descansamos un rato y hacia el mediodía
nos dispusimos a subir por la loma para dirigirnos al campo alto. Toda la zona
estaba con nieve pues había caído bastante en los últimos días así que subimos
con las botas plásticas. En unas dos horas o así ya estábamos en la parte alta.
En realidad, el campo alto son como
cinco asentamientos, el más alto con unas tiendas privads que pertenecen a una
empresa. Nosotros nos instalamos en el
cuarto campamento, una caseta con techo de chapas y novopán, a unos 5200 m.
aprox. o algo menos. Pasamos la tarde con tranquilidad y aclimatando. Me sentía
muy bien y eso hizo que cambiara los planes. Hablé con David, mi guía y le dije
que en vez de estar un día allí aclimatando, que lo intentaría ya al día
siguiente. Y así fue. A eso de medianoche, con un frío aterrador, -15º aprox. ,
nos levantamos. A eso de las dos, salimos. Fueron horas de subir y subir. Mi
cabeza intentaba centrarse y no pensar
en otra cosa que en subir. Amaneciendo, vi claro que ibamos a hacer
cumbre. Me encontraba fuerte y David me comentó subir por la cresta oeste y
bajar por la normal. Nadie ese día lo hizo por ahí. Me pareció apasionante y le
comenté que estaba de acuerdo. Nos llevó un poco más, la ruta se desvía,
ladeando y subiendo menos hasta llegar debajo de la cresta y superar un murete en mixto, hielo y roca. Una vez en la cresta, el
panorama es espectacular. No pude evitar un grito de alegría, veía la cumbre a
lo lejos y un grupito ya arriba. Miré
una de las veces y vi la ruta de los franceses, una rampa de 1000 m. por la
otra cara sobrecogedora. Fuimos avanzando y ya en la cumbre la emoción dejó
paso a una serena paz,… Había hecho realidad otro sueño. Me acordé de mi
familia y le dediqué la cumbre a mi nieto Darey. David, con un té caliente y
tras dar gracias a la ¡”Pachamama”, me
comentó el volver. Le dije que esperara un poco más. Estaba disfrutando y
viendo todo lo que me rodeaba…desde arriba. Impresionante. La bajada, por la
normal, sin dificultad y disfrutando de la visión de grietas y seracs que al
subir no pude contemplar. Llegamos temprano abajo, a eso de las 10 a. m. El resto del día me lo pasé saboreando
mentalmente la ascensión. Bonita montaña. Gracias Huayna, me tratastes muy
bien.
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