ACTIVIDAD ; SENDERISMO RUTA OFICIAL ( 1)
RUTA DEL TRILLO. 2,72 KM. recorrido oficial y señalizado por el ay. de Fasnia
Punto de inicio y salida; zona de Cazadores, por encima de La Zarza.
OBSERVACIÓN Y TOMA DE DATOS DEL MUNDO DEL CEREAL EN EL SUR , CONCRETAMENTE EN FASNIA
DIFICULTAD; BAJA
RECORRIDO CIRCULAR
DURACIÓN ; 1,15 MINUTOS APROX.
ALTURA MÁXIMA; 1274 M.
ALTURA MÍNIMA; 1131 M.
RECORRIDO
SE PARTE DE LA ZONA DE CAZADORES, PARTE ALTA DE LA ZARZA. SE TOMA LA PISTA QUE POR DEBAJO DE LA ZONA RECREATIVA SALE A LA IZQUIERDA, SEÑALIZADA , Y SE VA POR LA PISTA HASTA ENCONTRAR LA SIGUIENTE SEÑALIZACIÓN QUE NOS HACE SUBIR. ANTES, PASAMOS POR LA FUENTE DEL RÍO, AHORA SECA. TAMBIÉN PODEMOS , CON ANTERIORIDAD, COGER HACIA ARRIBA POR EL LOMO PARA VER LAS ÚLTIMAS ERAS O HACER EL RECORRIDO A LA INVERSA. lA SEGUNDA SEÑAL NOS HACE SUBIR, COMO RESEÑÉ MÁS ARRIBA Y NOS LLEVA A LA PRIMERA DE LAS ERAS ( ver plano) a la derecha. LA SEGUNDA , TAMBIÉN A LA DERECHA LA VEMOS EN UN PEQUEÑO LOMO ENFRENTE JUNTO A UNA FINCA. lA TERCERA, A ESTA ALTURA, ESTÁ A LA IZQUIERDA. LUEGO UN POCO MÁS ARRIBA, OTRA SEÑAL NOS HACE GIRAR A LA IZQUIERDA PARA COGER POR UNA PISTA QUE JUNTO A UNESTANQUE GIRA Y ALGO MÁS ADELANTE ATRAVESANDO UNA GRAN CANCELA, BAJA PARA COGER UNA VEREDA POR EL LOMO Y QUE NOS PERMITE VER LA QUINTA, SEXTA Y SEPTIMA ERA. TODO EL RECORRIDO CON CASAS CUEVAS, ALJIBES, ATARJEAS,..
PLANO DEL RECORRIDO
SEÑALIZACIÓN
FUENTE DEL RÍODIFICULTAD; BAJA
RECORRIDO CIRCULAR
DURACIÓN ; 1,15 MINUTOS APROX.
ALTURA MÁXIMA; 1274 M.
ALTURA MÍNIMA; 1131 M.
Altimetría
RECORRIDO
SE PARTE DE LA ZONA DE CAZADORES, PARTE ALTA DE LA ZARZA. SE TOMA LA PISTA QUE POR DEBAJO DE LA ZONA RECREATIVA SALE A LA IZQUIERDA, SEÑALIZADA , Y SE VA POR LA PISTA HASTA ENCONTRAR LA SIGUIENTE SEÑALIZACIÓN QUE NOS HACE SUBIR. ANTES, PASAMOS POR LA FUENTE DEL RÍO, AHORA SECA. TAMBIÉN PODEMOS , CON ANTERIORIDAD, COGER HACIA ARRIBA POR EL LOMO PARA VER LAS ÚLTIMAS ERAS O HACER EL RECORRIDO A LA INVERSA. lA SEGUNDA SEÑAL NOS HACE SUBIR, COMO RESEÑÉ MÁS ARRIBA Y NOS LLEVA A LA PRIMERA DE LAS ERAS ( ver plano) a la derecha. LA SEGUNDA , TAMBIÉN A LA DERECHA LA VEMOS EN UN PEQUEÑO LOMO ENFRENTE JUNTO A UNA FINCA. lA TERCERA, A ESTA ALTURA, ESTÁ A LA IZQUIERDA. LUEGO UN POCO MÁS ARRIBA, OTRA SEÑAL NOS HACE GIRAR A LA IZQUIERDA PARA COGER POR UNA PISTA QUE JUNTO A UNESTANQUE GIRA Y ALGO MÁS ADELANTE ATRAVESANDO UNA GRAN CANCELA, BAJA PARA COGER UNA VEREDA POR EL LOMO Y QUE NOS PERMITE VER LA QUINTA, SEXTA Y SEPTIMA ERA. TODO EL RECORRIDO CON CASAS CUEVAS, ALJIBES, ATARJEAS,..
PLANO DEL RECORRIDO
SEÑALIZACIÓN
1ª ERA
2ª ERA
3ª ERA
4ª ERA
5ª ERA ( primera bajando, con un pinito cercano)
6ª ERA
7ª ERA
PANELES INFORMATIVOS
ELEMENTOS PATRIMONIALES Y ARQUITECTURA DE LA ZONA
EL CAMINO DE CHO BLAS
ANOTACIONES HISTÓRICAS Y OTROS DATOS
El cultivo cerealístico en
Canarias, fue muy importante en el pasado, ya que era la forma de subsistencia
de un gran número de familias. De su grano se obtiene el gofio y la harina para
la elaboración de pan integral y la paja se utiliza como alimento del ganado.
Según el último censo oficial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca
y Aguas del Gobierno canario (2013) la producción de cereales, comprendiendo
trigo, millo, cebada y otros, ascendió a 2.239.000 kilos en el Archipiélago, de
los cuales 1.091.000 kg. corresponden a la isla de Tenerife. La comparación de
estas cifras con los 4.283.000 kg. producidos en 1985 pone de manifiesto el
declive de estos cultivos y el riesgo de pérdida de variedades tradicionales de
Canarias, de ahí la importancia de esta acción.
Los cereales de invierno,
trigo, centeno, cebada y avena, y otros
como el millo que se puede plantar en otras épocas como primavera y verano, ocupan
un lugar destacado en las medianías sobre todo en las del norte . Eran y son, aunque ya en menor medida, un elemento imprescindible en las rotaciones
que tradicionalmente se realizan junto a las papas y leguminosas, favoreciendo
así el mantenimiento de la fertilidad de la tierra.
El sector ceralístico además de
la importancia paisajística, juega un gran papel en la conservación del patrimonio genético , etnográfico
( eras, hornos,…) y en el sistema agrícola tradicional de las
medianías, Dado su carácter extensivo,
se enfrenta a una serie de circunstancias que dificultan su desarrollo: la
orografía del terreno, que complica la mecanización en muchas zonas, la sequía
de entornos que van degradando espacios y que hacen por extensión el abandono
de otros próximos pues se abandonan pistas, senderos, las dificultades en el
mercado local y foráneo , etc. Todas estas dificultades comienzan a tenerse en
cuenta por medio de entidades como el Gobierno de Canarias, Cabildo y ACETE pues el sector del cereal en la isla presenta
particularidades que convierten al grano local en un producto singular, de forma
que, lejos de competir con el grano importado, el cereal local ocupa un nicho
de mercado diferente, ofreciendo productos de alto valor añadido, de gran
calidad y reconocible por un cada vez más creciente grupo de consumidores que valoran el origen y la calidad de los
productos.
En el norte, Los cereales
de invierno son uno de los cultivos tradicionales más emblemáticos sobre todo
en el noroeste de Tenerife. Destacan
municipios como Los Realejos, y zonas concretas, como Icod el Alto, donde los
cereales tienen un gran protagonismo como cultivo principal suministrando
además grano de calidad al resto de la isla. En la actualidad, el cereal en el
noroeste de la isla se concentra en los municipios de La Orotava, Los Realejos,
San Juan de La Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, El Tanque y Buenavista
del Norte.
En las vertientes sur y suroeste,
la ausencia de una franja de viña reduce a dos las bandas altitudinales, una
costera dominada por la platanera y el tomate y una de medianías donde los
cultivos son más diverso con un marcado acento cerealístico a medida que
subimos en altura. La importancia de los cereales en las medianías y zonas
altas fue tremenda. Municipios de Vilaflor, Arico, Fasnia,… muestran en las
zonas altas, por encima de los 800 metros y en los límites con el pinar, una
gran cantidad de elementos que nos indican la importancia de estos cultivos.
Desde casas y senderos , lomas llenas de eras y otros elementos patrimoniales
como hornos, atarjeas, etc… que nos demuestran y hablan de la importancia de
estos cultivos antaño. En concreto, en Fasnia, en un entorno pequeño, parte
alta de este municipio, hemos podido
censar más de un centenar de eras además
de otros elementos como casas
tradicionales, aljibes, cuevas –viviendas, etc. que nos hablan de la gran
actividad cerealística hasta el siglo
pasado. Terrenos ahora abandonados y a merced de una erosión y degradación
tremenda al igual que los frutales de
secano de todas estas zonas como higueras, almendros, etc.
Entre 2004 y 2008 dejaron de cultivarse 3.540 ha. No hay datos con los
que comparar si esto supone un ritmo superior o inferior al de épocas pasadas.
La dinámica agrícola referida a periodos largos está muy marcada por las
desapariciones de cultivos. El caso de los cereales es el más relevante de
nuestra historia reciente. Su drástico declive, achacado al aumento del nivel
de vida y la consiguiente posibilidad de subsistir sin su cultivo, ha dejado
las medianías de la isla con un porcentaje de abandono superior al 50%. Pero la
decadencia de los cereales en la segunda mitad del siglo pasado guarda poca
relación con las tendencias actuales. Los terrenos agrícolas que hoy vemos sin
explotar no son la prueba de una grave crisis actual sino algo más grave . Al
menos en parte están reflejando la ausencia de unos cultivos concretos, y no
necesariamente un declive de los que sí están presentes. El radical descenso
del cultivo de cereales es el mayor responsable de la generalización de los
paisajes de cultivos abandonados en la actualidad donde asistimos a varios
procesos de desaparición de cultivos. Cultivos como la papa y el tomate, van en
retroceso. La misma viña, ha pasado por
ciclos difíciles
Se debe considerar la agricultura como una
actividad de valor, dinámica .La cuestión de preservar el capital de la tierra
agrícola es escasamente discutida en el diseño de planes de zonificación, a
pesar de que es un aspecto principal para afrontar los desafíos agrícolas del
mañana. La idea de que lo rural implica atraso es algo muy nocivo, obstaculizador del progreso de la gente en el medio rural, destructor del medio natural y una de las
ideas a combatir desde todos los ángulos, desde la escuela, asociaciones,
organizaciones y entidades en favor del
medioambiente y de lo rural , etc.
Así, tanto en áreas
específicamente agrícolas como en zonas más mixtas, se requerirán criterios y estrategias
adaptados a las circunstancias locales. Los problemas no son los mismos, ni
tampoco los medios ni las oportunidades con que afrontarlos. Son necesarios los
estudios y datos teniendo en cuenta
multiples variables locales y más generales. El objetivo debe abordar la planificación de la actividad
teniendo en cuenta que preservar las tierras agrícolas es mucho más que
proteger las áreas con suelos agrícolas
.
EL
TRABAJO DEL CEREAL
DEJAMOS AQUÍ , DE FORMA REDUCIDA, UN INTERESANTE ARTÍCULO A LEER DE MARCOS BRITO. LECTURA IMPRESCINDIBLE SOBRE
EL TRABAJO DEL CEREAL EN NUESTRA TIERRA
Documentación: BRITO, Marcos: Paisaje
en las Bandas del Sur [Tenerife 1890-1960]. Llanoazur ediciones
La agricultura de
secano, cuyo principal cultivo fue el cereal, junto al pastoreo y la pesca, fue
hasta mediados del siglo XX nuestro principal medio de subsistencia. En el Sur
de la isla dependía de un irregular periodo de lluvias, que condicionaba el
cultivo de una u otra semilla, el trigo morisco y la cebada, con menores
necesidades de agua, se sembraba con mayor abundancia en la costa; y el trigo
blanco en las medianías. El millo debido a sus mayores necesidades de agua se
sembraba en menor cantidad.
La siembra del cereal,
o de la leguminosa, se realizaba o bien antes de la lluvia prevista o, lo más
generalizado por esta zona, una vez llovía se realizaba a voleo, después de que
la tierra estuviese `jobariada y que se pusiera suelta para poder sembrar`. Una
mano experta metía la mano en una bolsa con granos, el `socojo´, que se llevaba
colgada al hombro; y lo iba esparciendo sobre la tierra húmeda, para con
posterioridad pasar el arado; con todo tipo de animales, según disponibilidades
y preferencias.
La fecha de
utilización de las eras correspondía con el fin de la primavera y el comienzo
del verano. Y más que segar el cereal se arrancaba,a mucha paja en la tierra,
la raíz al trillar se esparecía`. ….
Una vez segado
se recogían en gavillas y se llevaba directamente a la era o se iba depositando
en sus cercanías, en los frescales, hasta el momento de la trilla. Aquí se
amontonaban, en forma generalmente circular, formando una pared con las espigas
hacía dentro y rellenando el interior de manera aleatoria, rematando con
gavillas colocadas con la espiga hacia fuera, de forma que si llovía el agua
escurría con mayor facilidad.
La cantidad de gavillas que se
introducía dependía del tamaño de la era, del tiempo --a mayor insolación,
mejor; el empleado en la trilla era mayor si el día estaba nublado-- y de los
animales a utilizar…….
Se comenzaba por
introducir una parte de la parva, denominación con la que se conoce la cantidad
que se trillaba de una vez, y trillar en cobra, animales unidos entre sí cuyo
número dependía del tamaño de la era, por lo general de tres a cinco….. De este
trillo tiraban, normalmente, dos animales, ya podían ser caballos, mulos,
burros, camellos o vacas, como las dos yuntas que podemos contemplar en El
Mollero, Santiago del Teide……
Sí la parva era
bastante grande, y dado que el pretil solía ser bajo, a la era se le colocaba
un ´ruedo`; consistía en apoyar al pretil las espigas con el tronco hacía
arriba en forma de cerca para que el cereal no fuese expulsado de la era….. Una vez
finalizada esta ardua labor, que podía duras varios días, se procedía a separar
el grano de la paja. El primer paso consistía en unir lo trillado en una
orilla, formar una `sierra´, orientada perpendicular al viento --el mejor el
del suroeste, más continuo-- y se aventaba: lanzar al aire con la ayuda de
`belgos´ para separar la paja del grano; operación que se realizaba `por lo
menos veinte veces´. El grano va cayendo en el mismo lugar y la paja se
traslada al otro lado de la era o fuera de ella. A veces se colocaba una marca,
`poner la valisa´, con varias piedras o un palo, a un metro de la sierra, y
todo el tamo que sobrepasase esa marca se recogía como paja; la que quedara en
el interior se aventaba nuevamente.
El proceso
siguiente era ´paliar´, de similar práctica, pero en este caso con una pala de
madera hasta que se elimine toda la paja. La última vez que se paleaba se
coloca unas mantas, de tal manera que el grano se deposite sobre ellas. Al
mismo tiempo que una persona palea otra ´valea´. El ´valeo´ se preparaba con la
paja del trigo, se formaba con una gavilla, del grueso que se pudiese coger con
una mano, con espigas largas `esrrabadas´ a mano y atadas de tal forma que se
formase una escoba en forma de abanico; se barría con la parte de los troncos,
pasando con suavidad por encima del montón de grano y arrastrando los `cachos´.
Este montón de grano, en algunos casos, se cernía con una cernidera de hierro y
latón, con agujeros realizados con un puntero por los cuales salía el grano; en
su interior quedaban los trocitos de paja. Y después `ajecharlo´, para terminar
de limpiarlo, que consiste en imprimirle a una zaranda o ´jarnero` unos
movimientos bruscos y circulares por el cual los restos se trasladaban a su
centro y se retiraban con las manos. Esta labor de `ajechar´ era realizada,
casi siempre, por mujeres, `y si era una parva grande estaba un par de horas
ajechando´.
La productividad que se
obtenía en la trilla de cada una de las parvas dependía de varios factores,
sobre todo de la cosecha y del tamaño de la era. A modo de ejemplo se pueden
aportar algunos datos facilitados por nuestros informantes. Domingo Domínguez trilló
en la Capellanía, Arona, una parva de 30 fanegas de trigo; en esta era circular
de 11metros de diámetro se podía obtener de una parva casi las 40 fanegas. O el
de Casimiro Díaz en Los Llanos, Adeje, quien trilló `una parva que me dio
cuarenta y tantas fanegas de cebada. Estaba la era bien llena y estuve
trillando, yo creo que se aproxima a la semana, y claro tenía pocos animales
también pa trillar, porque cuanto más animales, más trillo´.
Las leguminosas también
se trillaban con algunas de estas características. Las lentejas y los chícharos
se trillaban en cobra, `a las lentejas no le hacían falta sino apenas, porque
eso se eschamisaba enseguida. Se trillaba en un par de horas, si el tiempo
estaba bueno ya estaba trillada. Después la juntaba y barría la era y hacía la
sierra y venga a aventar, aventar hasta quitar la paja`. Los chochos se
apaleaban, después se ponían con agua y sal durante varios días para poder
consumirlos, `pa los animales los tostábamos un poco y después se ponían en
agua´. Las judías y los garbanzos se
solían desgranar a mano, abriendo la vaina.
Llegada el final de la
primavera y el comienzo del verano, momento de desgranar la espiga, tiempo de
recolección y trilla, ….
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