jueves, 9 de octubre de 2014

Karakorum ; Valle de Hopar, glaciar Barpu y trek al campo base del Ultar

           Después de nuestra ascensión al Minglik, habiamos acordado con Concordia Exp. unos días de trek en plan más relajado. Tras descansar en el idílico Hunza Valley, hicimos una visita al vecino valle de Hopar y al próximo glaciar Barpu. En nuestro recorrido admiramos la vida de un pueblo y sus gentes anclados en sus costumbres, deseosos de paz y tranquilidad, viviendo el día a día en contacto con el medio. La  fértil agricultura y la ganadería son el sustento de esta zona. El turismo asoma muy poco. En nuestra visita al glaciar Barpu, las vistas nos abruman  pero más el modo de vida. Niños de escasa edad  bajan y suben en un continuo ir y venir al  glaciar en busca de hielo. En el pueblo, se celebraba una festividad y pudimos admirar bailes típicos de Hunza  así como juegos tradicionales. Por supuesto, estos espectáculos  eran admirados por los hombres y los numerosos niños. Las mujeres brillaban por su ausencia. estaban en los campos o  en sus casas con sus tareas.La exuberante vegetación del valle permite una rica agricultura y  tanta frondosidad nos sorprendía y máxime cuando veíamos plantas de marihuana por doquier. Estas no sólo estaban por este valle. las vimos por la   K K H en muchísimas ocasiones. Sin duda, la prohibición de fumar y beber de los musulmanes tiene que ver en el escaso interés en estas zonas por esta planta.
      El trekking al campo base del Ultar es también  muy recomendable. Desde Karimabad en Hunza se tarda unas tres horas o así en llegar a los pies del glaciar del Ultar. Su ruido incesante de serac y hielos crujiendo día y noche junto con la inmensidad de su recorrido nos deja bocabiertos. Acampamos  en un lateral de este y dedicamos la tarde a hacer boulder en la zona. Al día siguiente, una subida de cuatro horas nos encarama en una magnífica balconada que nos permite ver el valle desde arriba, el Rakaposhi y Diran frente a nosostros, el Ultar I  y II, el Hunza Peak y el Lady Finger, el pico que se cobró la vida del alpinista  madrileño Alfonso Vizán en  el 2001. También el Ultar tiene algún registro de este tipo. Sin ir más lejos, vimos la tumba de dos escaladores japoneses fallecidos en esta montaña. Cuando llegas a la zona cumbrera, el panorama es grandioso. la bajada, en unas tres horas es un descenso continuo y pronunciado. Al llegar a Karimabad, unos albaricoques y una taza de té recordando lo vivido te deja  como nuevo.


























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