ESCALADA EN EL TORREÓN DE
FIGUEROA
Actividad; escalada clásica. Adrián Escohotado- Manuel
Alonso
Fecha= 27 de abril, 2014.
Vía; la Normal (también llamada la
Baez-Alom), 110 mt., cara norte
Dificultad= V+ ( hemos
visto reseñas con IV+).
Consideraciones generales;
al recordar la escalada, esos pasos y
otros de las vías cercanas que estrujaba con mis ojos , no puedo otra cosa que
sentir un enorme respeto y admiración por tantos y tantos deportistas anónimos
que se encaraman en estas paredes, disfrutando de la verticalidad, de la paz,
del silencio,… y del anonimato. Tantos y tantos deportistas que no salen en
periódicos por sus gestas pero que días si y otros también , suben a las
Cañadas y otros sitios y abren estas vías. Hay que tenerlos bien puestos para
abrir vías y vías por esas paredes. Esa gente, no sale mucho en las revistas y
demás,…ni falta les hace. Disfrutan de una actividad en el medio de forma
natural y libre. Dichosos ellos. Mi admiración suprema. Es por ello y porque no
soy un experto, que considero que sería hasta un atrevimiento poner mi plano y
aconsejar sobre material y demás. Hay estupendas reseñas informativas en
páginas blog como “Tenerife Vertical” (
que da además una estupenda reseña
histórica ) o en el de “ A nuestraputabola”. En ambas paginas el interesado podrá contrastar la información en cuanto a la
dificultad de la vía y otros detalles. Nosotros , relatamos nuestra ascensión, dando
unos pequeños detalles y reseñando nuestras sensaciones. En cualquier caso,
aconsejamos el material clásico para estos casos . Utilizamos una cuerda de 70
metros, casco, arnés, friends y empotradores,…y algo de abrigo pues al caer la tarde se mete fresquito. Reseñar que este roque fonolítico se levanta a 2425
mt. de altitud, tiene unos 125 metros de altura en total y la cara norte da para el circo de Las Cañadas,
hacia el Llano de Ucanca. Se encuentra hacia el filo de la Caldera de Las Cañadas,
en la parte occidental , junto al conocido Sombrerito de Chasna y dentro del P
N de las Cañadas. Es un roque surcado
por fisuras y chimeneas, placas y diedros en una roca, que en tramos demuestra el proceso erosivo a
la que se ve sometida, frío, calor, agua, viento , nieve,…
Aproximación; se puede
hacer desde la carretera, dentro del circo de Las Cañadas, pasado Boca Tauce en dirección hacia el Parador,
subiendo la ladera con el Sombrerito a
la derecha. Nosotros, y es lo más clásico, la hicimos desde el otro
lado, por fuera del circo, subiendo por el barranquillo y dejando el Sombrerito
a la izquierda. Al llegar al collado, vemos el torreón, su cara sur por donde
rapelaremos. Hasta aquí, una hora o así y luego bajamos por la pedrera unos 10
minutos más para buscar la base de la cara norte.
Vía Normal; Cinco
largos en reuniones cómodas y trepada
final. Cuidado con las piedritas, las podemos encontrar en algunas fisuras,
roca algo descompuesta, lajiada y en las reuniones o pequeñas repisas, en donde
hay muchas. El primer largo , de unos 35 metros, un IV+ aunque a nosotros nos
sale menos, un IV tal vez. Para abrir boca. El segundo largo , que va hacia la
izquierda, tiene unos 30 metros y un tramo final que eleva la dificultad a V+ con una bonita
escalada por fisura estrecha. El tercer largo nos da un respiro, 20 metros de V
o algo menos por fisuras que posibilitan magníficos apoyos de piés y manos. El
cuarto largo, 28 metros y un V+, largo más complicado que el anterior. Ahí
disfrutamos mucho al igual que en el quinto,
unos 27 metros, III/ IV. Al final, trepada fácil que nos lleva a la cumbre lajeada.
Arriba, el panorama es espectacular. La tarde cae y aunque con poco tiempo,
disfrutamos de esas vistas y del silencio reinante. Las cómodas reuniones nos
permite ir viendo durante toda la escalada el enorme circo de Las Cañadas con el
padre Teide de telón. Vaya visión, un señor roque que encima resalta más al
estar encaramado cerca del filo. La luz se va y nosotros tenemos que bajar.
Descenso y vuelta; por
la cara sur, rápel de unos 20 metros y luego destrepe (II y III) para ir casi
de frente a una pequeña grieta en la
pared que nos permite encaramarnos de nuevo en el collado y regresar bajando
por el fondo del barranquillo al coche. Se nos hizo de noche, íbamos callados,
cada uno con sus pensamientos, algún raspón, algún tobillo maltrecho,…pero
bajamos que no es poco …y más “enriquecidos” de lo que subimos porque la experiencia
valía. Vaya si que valió. Salud y suerte.-